martes, 5 de diciembre de 2006

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS


Pretendidos guerreros
Son psicópatas completamente fuera de sí. Actúan sin una pizca de miedo creyéndose omnipotentes, algunas veces pretenden ser la encarnación misma del demonio. Ejemplo claro de ello es la historia de Richard Ramirez "The Night Stalker." Cierto psicópata creía ser un guerrero indio, y mientras estaba en custodia utilizó sus propias heces fecales como pintura de guerra. Finalmente hay que agregar que Gacy y Kemper adoraban a John Wayne, encarnación americana del guerrero solitario.

Labia de asesino
El psicópata conoce bien lo que es bueno y lo que no lo es dentro de una sociedad. Se comporta con tanta sinceridad que hace pensar a los demás que cree en los valores humanos. Son francamente intratables, al grado de que algunos leen libros de psicología con tal de imitar las conductas del esquizofrénico. Como sea posible tratan de manipular a sus captadores o a los terapeutas. Bundy, Kemper y Gacy fueron tratados por psiquiatras, y aún así andaban libres.
Asesinos por naturaleza
Semilla del mal
¿Es un criminal psicópata realmente distinto desde su mismo nacimiento? A la distancia de los hechos, muchos padres aseguran notar grandes diferencias en relación con el resto de sus hijos. A los tres años, Ted Bundy se coló a la recamara de su joven tía Julia y colocó cuchillos de cocina debajo de las sabanas en la cama; "estaba ahí parado, solamente hizo una mueca y se fue..." relató la tía años después.

¿Será posible afirmar que estos niños nacieron bajo la sombra del mal? El medio ambiente como factor no explica por si solo la aparición de la conducta criminal. Si existe alguna explicación genética, es una aguja dentro del pajar; una mutación muy discreta. De hecho es muy difícil aceptar que haya familias de asesinos seriales. Aún no se tiene conocimiento del "gen asesino." Aunque las investigaciones han revelado que hay ciertas tendencias genéticas que predisponen a conductas violentas. Lo que si es que malas semillas florecen en malos ambientes.

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